Por Brian Miranda
Far Cry es una serie que siempre me dio igual. Nunca se me hizo divertida, y nunca me han dado ganas de tomar un juego y ponerme a jugar. Far Cry 3, la secuela más reciente en la serie prácticamente pasó desapercibida no sólo por mí, si no por un número amplio de jugadores. No había nada que pudiera convencerme de jugar Far Cry, o al menos eso pensé hasta que vi un anuncio de un nuevo DLC para el juego. Se trata de Far Cry 3: Blood Dragon.
Blood Dragon no es tu DLC convencional. Queda mejor en la categoría de 'juego descargable', y no necesitas tener una copia de Far Cry 3 para poder jugarlo. Ahora, si como yo siempre se han sentido alejados por el estilo de la serie, deben checar este para volver a considerar. La trama no tiene que ver nada con Far Cry's anteriores, ni siquiera creo que sea un Far Cry, vamos...
El estilo de arte, los personajes, la historia y la música se alejan muchísimo de lo que habíamos visto antes, y ahora intenta emular las obras de ciencia ficción de la mejor década en la historia norteamericana: los ochenta. Piensen un poco en RoboCop, Escape de Nueva York o Arma Mortal. Todos los cutscenes están echos en estilo Mega-Man, el soundtrack está cargadísimo de sintetizadores y todos los edificios brillan en color morado neon y lasers vibrantes.
Michael Biehn (de Terminator y Aliens) le presta la voz a nuestro heroe, elSgto. Rex 'Power' Colt, un Ciber-commando Mark IV que se infiltra en una isla sin explorar, para confrontar al Coronel Sloan, y evitar la destrucción del mundo a manos de sus dinosaurios que disparan lasers de los ojos. Sí... ya pueden regresar del borde de sus asientos. La historia es tan absurda como sólo ellos pueden hacerla, y obviamente buscan burlarse de ellos mismos. Hay momentos en el juego en el que la definición baja un poco y se mete un filtro de VHS viejo, con todo y barrita de tracking.
Aquí hay un poco de gameplay, sólo para que puedan experimentar un poco lo que es Blood Dragon:
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