Por Erik Mejia
Para entender el cine mexicano y el cine en general no podemos dejar de lado al personaje que le da sentido a toda buena historia, los villanos, esos seres mezquinos que tienen móviles y medios tan oscuros y siniestros que hacen la vida imposible a toda buena persona que solo busca un rincón cerca del cielo; en esta ocasion hablaremos exclusivamente de los malos más malos en el cine mexicano, conoceremos sus motivos para perfilar en esta lista, sus acciones más sucias y bajas y por supuesto a sus tristes víctimas, pero solo les advertiré, cuidado, mucho cuidado pues tal vez a la vuelta de la esquina se puedan encontrar con una de estas singulares fichitas.

En 1948 el publico se deleito con una de las películas mas entrañables de nuestro cine "Nosotros los pobres", en la cual podemos apreciar el lado marginado de la sociedad mexicana, del cual figura en las filas Pepe el Toro (Pedro Infante) un carpintero el cual su pobreza iguala a su humildad y dignidad, acompañado siempre de su novia Celia (Blanca Estela Pavon) apodada la Chorreada y por su hija Chachita (Evita Muñoz), partiendo de estos personajes se desarrollaran situaciones tan frustrantes y de una naturaleza impotente por el simple hecho de ser pobres y a esto hay que sumarle la participación de Ledo (Jorge Arriaga) apodado el Tuerto quien asesina a una usureara para la que Pepe el Toro estaba trabajando y por azares del destino este resulta señalado como el culpable y es encerrado; tiempo después Ledo el Tuerto es encerrado por otras fechorías y es reconocido por Pepe lo cual culmina en una acalorada batalla donde Pepe el Toro le clava una astilla de madera en el ojo mientras este grita una de las frases más conocidas de nuestro cine "Pepe el Toro es inocente".
Dentro de nosotros los pobres hay uno que otro malhora ademas de Ledo el Tuerto, otro que seria capaz de todo con tal de saciar su sed de avaricia es Don Pilar (Miguel Inclan) quien descubre el escondite donde Pepe el Toro guarda su ahorradito, con lo cual cuando no hay nadie en casa se escabulle por el cuarto para cometer el robo sin contar con que en el cuarto esta la madre de Pepe la cual parapléjica y sin habla es testigo del crimen; cuando Don Pilar se da cuenta la golpea de una manera brutal pidiendo que cierre los ojos, la mirada de la pobre señora llevara a Don Lupe a la demencia, siempre pensando en esos ojos, los únicos testigos de su villanía. Nosotros lo pobres es un clásico obligado de todo buen amante del cine, si bien nos muestra una sociedad olvidada y marginada por demás idealizada siempre quedaran grabadas las imágenes he ingeniosos diálogos que forman parte del espectro cultural de nuestro país al igual que ustedes los ricos, Pepe el Toro y Ahora soy rico, todas completamente disfrutables.


Sin duda alguna la mejor película del maestro Taboada, un trabajo remarcable por las actuaciones de las protagonistas tanto por como contar una historia tan oscura como lo es el ocultismo llevado por un simple juego de niños, un verdadero canon dentro de nuestro cine de horror.
Nuestro cine no seria lo mismo sin el carisma de estos desvirtuados que nos recuerdan por que siempre hay que llevar en alto la humildad y la bondad y que le han dado un sabor completamente diferente al cine nacional, dejando un legado tan fuerte y tan marcado que algunos son un recurrente en nuestras referencias fílmicas. Estos breves ejemplos dan fe de los parámetros y alcances de una malhora cualquiera, pero también exhiben una gran muestra de verdadero valor actoral digno de personajes tan emblemáticos como los mencionados aquí, sin duda alguna todo un legado para disfrutar.
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